Retrato de mi madre

Mi madre es una persona alta, alta para ser mujer porque su estatura en un hombre se consideraría baja. Tiene el pelo rizado es pelirroja, tiene los ojos medianos y de color azul, su nariz es pequeña.
Es alegre, divertida. Aunque no es muy nerviosa e intranquila, cuando se pone nerviosa no para de moverse y es imposible tratar con ella en esos momentos del día o de la semana porque se pone muy testaruda y cabezota.  Normalmente está siempre contenta y feliz pero hay días que vuelve del trabajo o del gimnasio y está mal humorada por alguna cosa que le haya pasado.
Sus aficiones son lee, pasear, viajar e ir al gimnasio a hacer zumba.
Sus colores favoritos son los verdosos y azulados.

[Descripción realizada por Pablo Riquelme, 2ºB. Curso 2018-19]

EL ASESINATO DE LA PROFESORA DE LENGUA

Hola, yo soy Naeko y te voy a contar una historia que viví hace unas cuantas semanas, pero primero
te hablaré de mí. Soy la profesora sustituta de lengua del colegio. Mido 1’10m, soy morena con el
pelo de cresta y rapado por los lados y tengo los ojos verdes. Las personas que me conocen dicen que
soy bipolar y celosa. Bueno ahora que me he presentado, comenzaré a contar la historia.
Era viernes. En la última hora de clase tocaba lengua. La profesora se llamaba Cristina y yo era su ayudante. Al terminar la clase todas nos despedimos, Cristina y yo les dijimos:

-¡Hasta el lunes chicos! ¡Pasad un buen fin de semana!

Cristina y yo también nos despedimos.
El fin de semana acabó y el lunes, al volver a las clases, resultó que la profesora de lengua no había asistido al colegio, ni siquiera nos había avisado de que no iba a venir y para colmo cuando la llamábamos, no nos cogía el teléfono.

Al acabar las clases decidimos ir a su casa, pero cuando le tocamos al timbre no nos abrió. Al final llamamos a la policía y cuando llegó tiramos la puerta abajo y entramos en la casa.

Lo que pasó a continuación fue la experiencia más desagradable y espeluznante que he vivido nunca. Atravesamos el pasillo dirigiéndonos a la sala de estar y nos encontramos a Cristina muerta. Su cabeza estaba separada des cuerpo. La policía se iba a llevar el cuerpo, pero desapareció.

Por increíble que parezca el FBI vino desde E.E.U.U. a investigar el caso. El FBI descubrió una sierra en el lugar del crimen. Entonces con un artefacto muy raro y metálico, escanearon la huella dactilar del que había empuñado la sierra y esa huella coincidió con la de una tal Onisesa.

Cuando nos lo comentaron a los profesores recordamos que Onisesa era la carnicera del mercado.

-Onisesa es la carnicera del mercado-dije.

-Por favor, díganos más detalles- dijo uno de los trabajadores del FBI.

-Bien. Corre el rumor de que es luchadora de la UFC, mide casi dos metros, es pelirroja tiene el pelo largo, sus ojos son castaños y está un poco mal de la cabeza. Además, ¡ahora que lo pienso es vecina de Cristina!
En cuestión de minutos asaltaron su casa y le capturaron. Cuando le preguntaron cuáles eran sus razones para matar a una persona, ella declaró que simplemente le apetecía. Ahora ella vive en un manicomio. Y además el cuerpo de Cristina nunca se volvió a ver.
Yo estaba contenta porque el caso se había resuelto, pero al momento me puse nerviosa porque a partir de ahora sería la nueva profesora de lengua en el colegio.

[Narración realizada por Pascual Calvo, 1ºB. Curso 2018-2019]