domingo

"Esperanzas": historia encadenada de corte feminista

Los alumnos seleccionados para participar en la 60ª edición del Concurso de Jóvenes Talentos de Relato Corto organizado por Coca-Cola han querido reivindicar sus ideologías feministas mediante la elaboración de un relato breve escrito de forma encadenada a partir de una oración de inicio planteada por la profesora. He aquí el gran resultado de escritura creativa.

"Esperanzas"
Esa mañana se despertó antes de lo habitual, pero con una optimista sonrisa, pues tenía la boda de su querida hermana. Sin embargo, aunque se hubiera levantada con una sonrisa, por dentro estaba mal. Su novio no quería que ninguno de los dos fuese a la boda  [MIREYA]
Ella había intentado hacerle entender a su novio que era un acontecimiento muy importante tanto para su hermana como para ella. Él, como cada vez que hablaban del tema, le dijo: “me da exactamente igual, no quiero saber nada de tu familia”  [INÉS]
 Ella, como cada vez que hablaban del tema, se puso a llorar. Su novio la agarró del brazo y le dijo que, como se le ocurriera ir a la boda, pasarían unos determinados hechos que no le iban a gustar. [NOA]
A pesar de estar triste por no ir a la boda de su hermana, ella aceptó las órdenes porque sabía que él era muy violento cuando se enfadaba. [CARLA]
Cuando su novio se fue a la ducha para “liberar tensiones”, ella se vistió con un precioso vestido negro y se escabulló de la casa dejando una notita en la nevera donde ponía: “Como tú dices, me da exactamente igual tu opinión”. [IÑAKI]
Después de aquello, cogió un taxi y fue al evento por el cual estaba tan emocionada con la convicción de que su novio no tenía por qué entrometerse en algo que tanto deseaba. [ANDREA]
Mientras tanto, él terminó de ducharse, bajó a la cocina y llamó a su novia. Al no recibir respuesta, miró a su alrededor y fue entonces cuando se percató de la nota. La leyó y enfurecido se fue hacia su coche. [PASCUAL]
Lleno de ira, condujo hasta una tienda de armas que había en la ciudad. Compró un buen cuchillo, volvió al coche y se fue directo a la boda. En cuanto llegó, se adentró en el salón del banquete, se abrió paso entre los invitados, se aproximó a los novios y clavó el afilado cuchillo hasta el fondo de la tarta nupcial. Con toda la tranquilidad del mundo, se sirvió un generoso trozo. Él, en su trayecto en coche desde casa hasta la boda, había reflexionado para llegar a la conclusión de que su chica se merecía algo mejor, en este caso un novio que la tratara como es debido, respetando sus opiniones y compartiendo con ella todas sus ilusiones. [BLANCA]

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