Hace unos años,justo el día 22 de diciembre, unos marineros se fueron a pescar, concretamente a una isla que estaba a escasos metros del puerto, la isla de ”Azarep”.
Querían pescar un atún enorme y les habían dicho que en esa isla estaban los mejores. Cuando llegaron, sacaron las cañas y en la barca esperaron un tiempo, tanto tiempo que se quedaron dormidas... Al despertar, se dieron cuenta de que la isla había desaparecido, no había nada, solo agua... Se asustaron mucho y regresaron al puerto,tristemente sin aquel gran atún. Atracaron la barca y se fueron a sus casas a dormir, ya que se había hecho de noche.
Querían pescar un atún enorme y les habían dicho que en esa isla estaban los mejores. Cuando llegaron, sacaron las cañas y en la barca esperaron un tiempo, tanto tiempo que se quedaron dormidas... Al despertar, se dieron cuenta de que la isla había desaparecido, no había nada, solo agua... Se asustaron mucho y regresaron al puerto,tristemente sin aquel gran atún. Atracaron la barca y se fueron a sus casas a dormir, ya que se había hecho de noche.
Cuando amaneció se fueron todos a casa de Miguel (uno de los marineros) a buscar información sobre aquella isla,la cual había desaparecido. Encontraron algo muy extraño… Resulta que la isla de “Azarep” no se llamaba así, se llamaba la isla de la esperanza. Los primeros habitantes de aquel pueblo le cambiaron el nombre para que la gente no acudiera tanto a la isla, ya que la isla se estaba quedando sin fauna por la pesca. Cada 22 de diciembre, es decir, cada solsticio, la isla desaparece cuando se esconde el sol hasta el nuevo solsticio.
Los marineros esperaron hasta el siguiente solsticio, fueron a la isla y acamparon allí, esperaron allí para ver qué era ese mágico fenómeno. ..Pero se quedaron dormidos nuevamente, la isla desapareció junto a ellos y no se volvió a saber de ellos...
[Narración con título dado, realizada por Rocío Martí, 1º ESO A]
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